Consejos para convertirse en un jubilado con ahorros
Ante la incertidumbre sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones, es importante que empieces a ahorrar de cara a tu jubilación cuanto antes mejor. Sin duda, un ahorro continuado y sistemático desde joven es la mejor manera de disponer de unos recursos suficientes cuando te retires del mercado laboral.
De hecho, según los expertos, el momento idóneo para empezar a ahorrar a largo plazo es desde tu primera incorporación al mercado laboral. Aunque en España no es demasiado habitual empezar tan pronto, en otros países es mucho más frecuente, ya que consideran que así el esfuerzo que tendrán que hacer será más gradual y asumible.
Ahorrar se puede hacer de maneras muy diversas: recortando en ciertos gastos, ahorrando las pagas… Pero, si quieres una fórmula más efectiva y con mejores resultados, lo mejor es optar por uno de estos cuatro vehículos de ahorro, en función de tus necesidades:
Plan de pensiones individual. Podrás realizar aportaciones periódicas, con la finalidad principal de disponer, en el momento de tu jubilación, de ingresos adicionales que te permitan complementar la pensión pública.
Cabe decir que te ahorrarás impuestos cuando hagas aportaciones al mismo. Ahora bien, no podrás disponer del dinero hasta que no te jubiles (excepto en casos de paro de larga duración, de enfermedad grave o defunción). En este sentido, cabe añadir que está previsto que a partir de 2025 se pueda disponer del ahorro acumulado cuando hayan transcurrido 10 años desde que se realice la aportación.
En cuanto a las características propias de estos productos cabe señalar que invierten en diferentes tipos de activos, en los cuales asumimos todo el riesgo de la inversión y, por tanto, podrías llegar a perder todo o parte del capital invertido; si bien las expectativas de rentabilidad también pueden ser más grandes que las de otros productos garantizados. Respecto a las ventajas fiscales, es uno de sus fuertes; pues, podrás deducirte las aportaciones en la base imponible del IRPF. El límite máximo de aportación es de 8.000 euros al año (límite conjunto con los PPA).
Los Planes de Previsión Asegurados (PPA). Los PPA son seguros de ahorro a largo plazo que te aseguran una rentabilidad, junto con diferentes ventajas fiscales.
También, te permiten reducirte la base imponible del IRPF. El límite máximo de aportación es de 8.000 euros al año y se puede compatibilizar con aportaciones a otros productos como un plan de pensiones individual, SIALP o PIAS. Igual que con los planes de pensiones, el capital acumulado sólo lo podrás rescatar en el momento de la jubilación o bien, en situaciones de paro, enfermedad grave o defunción.
Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS). Son un híbrido entre un plan de pensiones y un seguro de vida-ahorro. Se trata de un instrumento de ahorro-previsión a largo plazo que te permite constituir una renta vitalicia asegurada y que tiene como finalidad ir pagando primas para acumular un capital a lo largo del tiempo, que servirá como complemento a la pensión pública.
Una ventaja importante es que no hay que esperar hasta la jubilación para percibir la renta acumulada. Ahora bien, a nivel fiscal cabe decir que no podrás reducirte las aportaciones en la base imponible del IRPF. El límite máximo anual de aportación es también de 8.000 euros (compatible con aportaciones a otros productos como SIALP o PPA).
Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP). Son quizás los más desconocidos. Podrás ahorrar poco a poco con la ventaja fiscal que la rentabilidad queda exenta de pagar impuestos, si lo mantienes durante más de 5 años. Además, lo puedes cobrar en forma de capital y te garantiza que a la finalización del mismo al menos, recuperes el 85% del dinero que has invertido -incluso hay modalidades que te pueden garantizar más-.
Si es necesario, puedes disponer del dinero antes de los 5 años, pero en este caso perderás la ventaja fiscal que tiene asociada. En cuanto al tratamiento fiscal cabe decir que no podrás reducirte las aportaciones en la base imponible del IRPF. El límite máximo de aportación es de 5.000 euros al año (compatible con aportaciones a otros productos como PIAS o PPA).
En definitiva, si tienes cualquier duda sobre cuales de estos productos de ahorro te convienen más, nuestros corredores de CSA podrán asesorarte sobre las mejores opciones en función de tu perfil. ¡Ponte en contacto con nosotros!