Expectativas vs. Realidad: consejos para no dejar la dieta

¿Cuántas veces has intentado ponerte en forma? Has pensado, este año sí, este verano llego a la playa como Dios manda. Pero te ocurre lo que a tod@s, que la realidad supera las expectativas. Como esas imágenes que circulan por la red de “expectativas en Aliexpréss vs. Realidad”.

Llegas al primer día de playa, con pavor, blanc@ como el Taj Mahal y con la expectativa más viva que nunca, pero poco practicada. ¡No pasa nada! Nosotros no traemos la solución, porque básicamente está en tus manos, pero sí tenemos algún consejo que te puede ayudar. Antes de dar cualquier paso en falso, fíjate unos objetivos realistas. Y con realistas no queremos decir perder 10 kilos en un mes, no, eso no es realista porque igual no te sobran ni la mitad de kilos.

Cuando hablamos de objetivos realistas, queremos que lo que decidas desde un punto de vista saludable. Ponerse en forma no significa pasar hambre o estar débil. Ponerse en forma es comer sano y hacer ejercicio. Es importante que te fijes el día que comenzarás la dieta, pero igual de importante es ponerte un plazo para terminarla, como por ejemplo, tres meses. Las metas que son alcanzables a corto plazo, serán las que nos motiven para continuar; saber que ya no te queda nada para terminar.

Para no dejar una dieta, es necesario que sigas una dieta equilibrada sin restringir ningún alimento, así conseguirás no aburrirte ni echar en falta algunos platos. Si limitas alimentos, es más sencillo que termines por abandonarla porque tu cuerpo necesita esos nutrientes y luchar contra tu naturaleza es complicado. Aquí te dejamos una lista de “alimentos” que deberías reducir si quieres llegar a verano en buena forma:

Reduce:
Azúcares: bollería, galletas, pasteles, etc. Son alimentos ricos en grasas saturadas y que apenas te aportan nutrientes. El azúcar es adictivo, cuanto más tomes, tu cuerpo más te pedirá.

Fritos rebozados: el aceite de oliva es un alimento perfecto para nuestro organismo, pero como todo, en su justa medida. Además, cuando calentamos el aceite, se oxida y llena nuestro cuerpo de toxinas y grasas saturadas, este es el motivo por el que se recomienda cocinar con poco aceite.

Snacks salados: patatas de bolsa, galletas saladas o palomitas de microondas entre otros, son alimentos repletos de socio y grasas saturadas que apenas aportan nutrientes a tu cuerpo.

Alimentos grasos: el cerdo, los embutidos, la comida rápida, las pizzas… son opciones muy grasientas que deberemos evitar al máximo si queremos hacer una dieta y conseguir adelgazar.

Recuerda que te puedes ayudar de alternativas sanas y saciantes que mantendrán tu hambre calmada, como son el aguacate, el salmón, los anacardos, las habas, los copos de avena o los orejones. Para evitar picar entre horas, lo mejor es no pasar demasiada hambre y dividir tus comidas en 5 tomas al día para repartir los nutrientes durante toda la jornada. Piensa siempre en opciones saludables.

Media mañana: entre el desayuno y el almuerzo es normal que tengas hambre. Por eso, si vas a comer, hazlo de forma sana y toma fruta del tiempo o un puñado de frutos secos.
Merienda: Evita carbohidratos. Lo mejor es tomar un pedazo de fruta, una infusión, un yogurt desnatado o un batido de frutas hecho por ti.

¡Prémiate! Aunque sea una vez al mes, date un capricho, es otra forma de no aburrirte y así evitar dejar la dieta. Y no te olvides del poder de la mente. No pienses en el tiempo que falta o en lo poco que te gustan las ensaladas, asume este proceso como tu nueva manera de comer y cuidar tu cuerpo. La recomendación es que, antes de nada, busques a personas que te puedan asesorar para hacerte una dieta Long Tail, es decir una dieta que aguante. Existen algunos seguros de salud que incluyen nutricionistas, endocrinos o dietistas, pregunta a tu corredor de confianza para que te asesore y encuentre la opción que más se ajuste a tus necesidades.