Consejos para ahorrar en invierno
Todavía nos queda un poco de invierno por delante y dependiendo de la zona geográfica, el frío se alargará más. No importa si combates temperaturas bajo cero o sólo mañanas y noches frías, haciendo pequeños cambios en casa, se puede combatir una factura astronómica. También puedes mantener tu casa caliente y sentirte cómod@ durante el invierno, sin grandes inversiones.
1. Aprovecha la luz solar
El sol además de aportarnos una maravillosa luz, también nos aporta calor. A diferencia de los países nórdicos, donde apenas tienen luz solar cada día, aquí tenemos la suerte de tener luz solar también en invierno. Recuerda abrir siempre las cortinas por la mañana y por la noche, ciérralas; así evitas la pérdida de calor a través de los cristales.
2. Aisla puertas y ventanas
Con una pequeña inversión, puedes instalar visillos de plástico en puertas y ventanas; es una forma de evitar perder calor o que se infiltre el frío exterior. No permitas fugas de calor por ningún orificio o rendija. Existen plásticos especiales que se adhieren a los cristales y aumentan el aislamiento.
3. Iluminación eficiente
Si todavía no has quitado los adornos de navidad, ya va siendo hora (aunque sean de Led). Por otra parte, emplear este tipo de bombillas en casa (Leds) hará que consumamos un 90% menos de energía eléctrica, ofreciendo la misma cantidad de luz. Aunque es obvio, recuerda apagar las luces cuando salgamos de una habitación.
4. Reordena las habitaciones
El invierno es un buen momento para acomodar los muebles de las habitaciones. Analizando las entradas de sol, las paredes y las puertas podremos identificar dónde instalar los sillones, el sofá y otros muebles donde permaneces mucho tiempo. Busca grandes y medianas alfombras para poner en el suelo, así ayudaremos a evitar la pérdida de calor. Busca cortinas gruesas y de tejidos “aislantes” para las ventanas, puedes sustituirlas por otras más ligeras cuando llegue la primavera y el verano.
5. No seques la ropa en los radiadores
Es práctico, pero no es una buena costumbre. Para mantener una sensación térmica ideal sin gastar excesivamente en luz, es mejor no utilizar los radiadores como secadores de ropa húmeda. Cubrir el radiador aumentará nuestro consumo de luz y, por tanto, también el de nuestra factura.
Estos consejos sirven para ahorrar, pero hay más métodos para hacerlo. Pregunta en tu correduría de confianza cuál es la opción que mejor se adapta a ti y tu economía y déjate asesorar.